¡Madre mía como pasa el tiempo! Otro mes que se acaba y siendo domingo y último no podía faltar el reto más "canalla", ¡el asaltablogs! Ya sabéis que esto va de sablear la cocina ajena de nuestra víctima y este mes la pobrecilla a la que le hemos dejado todo manga por hombro ha sido Pilar, del blog Per sucar'hi pa.
Para los que no entiendan catalán (yo, después de 10 años en Tarragona, ho parlo una miqueta) significa literalmente "para mojar pan" y eso es precisamente lo que te viene a la cabeza si buceas por su blog en busca de alguna recetilla....¡que te dan ganas de ir a por la barra y mojarla en todo como los churros!
Tremendamente difícil ha sido escoger una receta, de hecho me llevé un porrón y no me decidía (y las que tengo guardadas las iré haciendo porque me muero de ganas de probarlas) pero al final he decidido decantarme por esta porque apenas tengo croquetas en el blog y mira que me gustan....Pero tengo muy mala mano para ellas, que se le va a hacer...
La receta de Pilar es tan sencilla de seguir que no podía fallar...pero ya os he dicho que las croquetas no son mi fuerte y creo que me quedó la masa menos espesa de lo requerido así que la guardé una noche entera en la nevera para que cogiera consistencia...Por lo demás, el resultado es riquísimo y lo único que he cambiado es que le añadí a la masa una loncha de queso de comino muy famoso en Holanda que le ha dado un puntillo muy sabroso. ¡Gracias Pilar!
Ingredientes: 300 g espinacas frescas; 1 cebolla; 2 ajos; 2 cucharadas pasitas; 1 cucharada piñones; sal; pimienta; 1 loncha queso con comino; 2 cucharadas harina; 4 cucharadas aceite; 200 ml leche; nuez moscada; pan rallado; huevo batido; aceite de girasol para freír.
Preparación: Lavar bien las espinacas, escurrir muy bien y picar. Pelar la cebolla y los ajos y picar en el robot.
En una sartén poner unas cucharadas de aceite y sofreír el ajo y la cebolla hasta que empiecen a ponerse blanditos. Salpimentar al gusto. Añadir las pasitas y los piñones y seguir rehogando. Añadir las espinacas poco a poco hasta que se integren en el conjunto.
Añadir la harina por encima y remover bien para que se cocine un poco, añadir la leche y una pizca de nuez moscada y continuar removiendo para que se espese la bechamel. Añadir el queso a trocitos para que se funda y se integre en el conjunto. Cuando la bechamel esté espesa y se separe de las paredes añadir una cucharada de pan rallado, mezclar y dejar reposar la mexcla en la nevera una noche.
Al día siguiente coger cucharadas de la masa y formar bolas que se pasan por huevo y pan rallado. Freír en abundante aceite bien caliente de forma que queden doradas por fuera. Poner sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Servir calientes.
¡Casi no me da tiempo a sacar las fotos de camino de la cocina al comedor! Son unos bocaditos exquisitos, cremosos por dentro y crujientes por fuera....mmmmmmmmmmmm
¡Pues hasta aquí mi asalto de este mes! Nos vemos en el próximo que será el último sorteo ¡oooooooooooooooohhhhhhhh!