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26 enero 2020

ENSALADA CESAR #ASALTABLOGS

Hoy es último domingo de mes y estamos en plena rutina de la nueva temporada del reto #Asaltablogs y ya estamos en la 7ª. La asaltada de este mes ha sido Maribel de Picoteando ideas, un blog al que recientemente hice mi pequeño homenaje y del que me había guardado unas cuantas recetas.

Así que me resultó sencillo decantarme por su ensalada César, una ensalada que me encanta pero que aún no estaba en el cajón por alguna extraña razón. ¡Nada mejor que la excusa de desvalijar su cocina para traerla!. He reproducido la receta de Maribel aunque la ensalada César original está hecha a base de lechuga romana y croûtons (pan tostado) y está aliñada con la famosa salsa del mismo nombre. La original no lleva pollo ni tomate ni pepino, tres ingredientes que son opcionales y que yo también he usado porque me gustan mucho.

La creación de la ensalada se atribuye al restaurador Caesar Cardini, un inmigrante italiano que vivía en San Diego pero también trabajaba en Tijuana. Contaba su hija Rosa que su padre inventó la ensalada cuando el 4 de julio de 1924 se agotaron los suministros de la cocina y Cardini se las arregló con lo que tenía, y agregó el estilo dramático de preparación a un lado de la mesa, mezclando enérgicamente todos los ingredientes a la vista del comensal.

En mi caso he preparado los tostones de pan caseros aprovechando un trozo de pan turco que me había sobrado y, por supuesto, la salsa también. ¡Una delicia!


Ingredientes para los croûtons: restos de pan turco; 1 cucharadita sal; 1 cucharadita orégano seco; 1 cucharadita tomillo seco; 1 cucharadita romero seco; AOVE.

Ingredientes para la ensalada: 200 g lechuga picada; 1/2 pepino holandés (opcional); 1 tomate (opcional); croûtons; 1 pechuga pollo (opcional); sal; pimienta; 1 huevo; pan rallado; salsa César; parmesano rallado.

Ingredientes para la salsa: 1 huevo; 1 diente ajo pequeño; 5 cucharadas AOVE; 100 gr de parmesano rallado; 4 anchoas; 4 gotas salsa Worcestershire; 1 cucharada mostaza a la miel; sal; pimienta; 1/2 cucharada vinagre; 2 cucharadas mayonesa.

Preparación: Empezar preparando la salsa para condimentar la ensalada. En el vaso de la batidora poner todos los ingredientes excepto el queso parmesano y la mayonesa. Empezar a batir e ir añadiendo el queso parmesano poco a poco para integrar bien. Como la salsa me ha salido, para mi gusto, demasiado espesa la he rebajado añadiendo dos cucharadas de mayonesa. Así ha quedado estupenda. Reservar en la nevera.

Para preparar los croûtons cortar el pan (en mi caso un trozo de pan turco) en cuadrados regulares. Poner en un bol y añadir las hierbas, la sal y un buen chorro generoso de aceite y revolver bien con una cuchara para que se impregne el pan. Forrar la bandeja del horno con papel sulfurizado y extender el pan por encima. Hornear a 180 ºC (calor arriba y abajo sin ventilador) durante 18 minutos. Sacar y dejar templar.

Cortar el pollo en dados no muy grandes, salpimentar al gusto, pasar por el huevo batido y después por el pan rallado y freír en aceite hasta que estén dorados. Sacar y dejar sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

Pelar el pepino y cortar en dados. Limpiar el tomate de semillas y cortar en dados.

En una ensaladera poner 2 cucharadas de salsa en el fondo, colocar la lechuga picada encima, añadir el pepino y tomate, después el pan tostado y el pollo y añadir la salsa por encima. A la hora de comer mezclar bien en el plato y servir con un poco de queso parmesano rallado por encima.




Pues con esta receta participo en #Asaltablogs y espero que Maribel haya disfrutado de este día lleno de robos...¡voy corriendo a ver qué han birlado mis compis!


19 enero 2020

PANUCHOS YUCATECOS #CocinasdelMundoYucatan

Tercer domingo de mes y vamos llegando al final del abecedario en esta segunda vuelta del reto Cocinas del Mundo. Este mes las chicas de La cajita de Nieves y Elena nos han pedido visitar Yucatán y no puedo estar más encantada. Tuve la inmensa suerte de visitar la península hace unos años en un inolvidable viaje a la Riviera Maya, un paraíso para buceadores como nosotros y un mundo de contrastes en todos los sentidos.

Podría estar horas hablando de todas las experiencias vividas en esos 15 días pero quizás me quedo con dos: la oportunidad de bucear con los tiburones ballena y la cultura maya. Tengo además la suerte de trabajar con muchos compañeros de México así que se, seguro, que me encanta su cocina. De Yucatán podría haberme traído mi mayor descubrimiento cuando las probé, las marquesitas, pero lo dejo para otra ocasión cuando tenga en mis manos la plancha para hacerlas. ¡Ya veréis que cosa más rica!

La comida yucateca es una de las cocinas más representativas del país, ya que gracias a la combinación entre las recetas mayas y las españolas surgieron multitud de platillos únicos y deliciosos. Así que, puestos a preparar algo típicamente yucateco me he decidido por los panuchos. Este platillo tiene una historia muy interesante.

En los tiempos de la colonia, cuando no había muchas opciones para los viajeros que iban desde Mérida a Campeche por el Camino Real, solían comprar comida a “Don Hucho”, un conocido comerciante que se instalaba en esta vía. Como suele suceder con las grandes creaciones gastronómicas, un día “Don Hucho” no tenía gran cosa que ofrecer y llegó a sus vías un caminante hambriento. Entonces, el ingenioso comerciante aprovechó lo que tenía a la mano: frijol colado y huevo hervido. Puso los ingredientes en un pan y la combinación resultó deliciosa. Conforme pasó el tiempo se fue popularizando “el pan de Don Hucho”, nombre que acabaría transformándose en panucho. Actualmente se pueden rellenar al gusto pero los más típicos son los que os traigo para este reto.

Si no os atrevéis a hacer las tortillas podéis comprar las que venden hechas, ya sean de trigo o maíz. Las auténticas para los panuchos son las tortillas de maíz hechas a mano, que son las que os traigo. He consultado multitud de fuentes y he hecho un combinado de todas. ¿El resultado? ¡Una maravilla!


Ingredientes para las tortillas: 300 g harina maíz; 380 g agua; 1 cucharadita sal; 370 g frijoles negros cocidos (judías rojas); 1 cebolla pequeña; aceite; 1 cucharadita especias cajún.

Ingredientes para el pollo: 1 pechuga pollo; achiote; 1 naranja; sal; pimienta.

Ingredientes para el panucho: lechuga; 1 tomate; cebolla encurtida; 1 aguacate.

Preparación: Si no os atrevéis a hacer las tortillas podéis comprar las que venden hechas, ya sean de trigo o maíz. Las auténticas para los panuchos son las tortillas de maíz hechas a mano, que son las que os traigo.

En un bol poner el agua y añadir la sal, mezclar para que se disuelva. Ir añadiendo la harina poco a poco sin dejar de mezclar hasta completar toda. Esta masa es mejor amasarla a mano y estará lista cuando tenga la consistencia de la plastilina. Cortar la masa en 8 porciones y hacer una bolita con cada una.

 

Si no tenéis plancha para aplastar la masa y hacer la tortilla (como yo) podéis usar una olla pesada con dos asas. Colocar cada bolita de masa entre dos trozos de papel sulfurizado, colocar la olla encima y aplastar de una vez la masa ayudándoos de vuestro peso. ¡Os quedará una tortilla perfecta! Mantenerlas con el papel hasta que las cocinemos para que no se sequen.

A continuación preparamos la cebolla encurtida y la dejamos en la nevera mientras seguimos con el resto de preparaciones.

Ahora vamos a preparar el relleno de frijoles negros fritos que lleva la tortilla. Pelar y picar la cebolla. Lavar las judías cocidas para quitarles el gel de conservación. En una sartén poner una cucharada de aceite y rehogar la cebolla durante unos minutos. Añadir las judías lavadas, salpimentar al gusto y añadir las especias cajún (esto es de mi cosecha porque me encantan las especias). Continuar rehogando durante 5 minutos. Pasar todo al vaso de la batidora, añadir una cucharada de agua y triturar hasta obtener un puré. Rehogar el puré 2 minutos en la sartén y dejar enfriar antes de usar para rellenar.

 

Ahora podemos preparar el pollo, una versión muy rápida del pibil. Cocer la pechuga en agua con sal durante 20 minutos. Escurrir y secar bien. Deshilachar el pollo con las manos y poner en un bol, salpimentando al gusto. Exprimir la naranja y batir el zumo con el achiote. Añadir al pollo y dejar marinar durante 30 minutos. Transcurrido el tiempo volcar todo en una cacerola y cocinar hasta que todo el líquido se haya consumido. Reservar para montar el panucho.

Es el momento de cocinar las tortillas. En una plancha bien caliente cocinar las tortillas por ambos lados y colocar en un plato hasta que estén tibias para poder tocarlas. Con mucho cuidado y un cuchillo afilado abrir las tortillas por la mitad lo suficiente para poder introducir una cuchara y rellenarlas con el puré de frijoles. Repartir bien el relleno por todo el interior de la tortilla empujando con los dedos.

 

Una vez rellenas todas, freír las tortillas en una sartén con un poco de aceite hasta que estén doradas por ambos lados. Sacar y dejar sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Mientras preparar el resto de ingredientes para acompañar.


 

Cortar lechuga en tiras. Cortar el tomate en rodajas finas. Cortar el aguacate en tiras finas y regar con un poco de limón para que no se ponga negro.

¡Ahora si vamos a montar el panucho! Sobre cada tortilla frita poner lechuga, encima un poco de pollo y cubrir con tomate, aguacate y cebolla encurtida. Acompañar de una buena cerveza fresquita ¡y a disfrutar! ¡Riquísimos!



Pues con esta receta tan colorida y sabrosa participo en Cocinas del Mundo - Yucatán y seguro que me traigo muchas más pendientes de mis compis.



10 enero 2020

ROLLO DE CALABACÍN CON JAMÓN Y QUESO

¡Buenos días! Hoy os traigo una de esas recetas que os sacará de un apuro y quedaréis como perfectos anfitriones. El mérito no es mío sino de mi compañero blogueril Guille (No me comes nada), un chico muy simpático con el que me río "una hartá" y al que tenéis que visitar porque todas sus recetas son deliciosas.

Yo vi este rollo de calabacín relleno y me enamoré 💓 Y claro, aproveché los días de vacaciones para prepararlo, no porque necesites mucho tiempo que no es el caso, sino porque quería hacer las fotos con luz y no de noche como suele ocurrir. ¡Pero este 2020 hay muchas cosas que van a cambiar!

Vamos con la receta que es una auténtica delicia...

Ingredientes: 1 calabacín; 3 huevos; 4 lonchas jamón cocido; 4 lonchas queso para fundir; 50 g queso parmesano; sal; pimienta.

Preparación: Lavar el calabacín para utilizarlo con la piel. Rallar y dejar en un colador durante 15 minutos para que suelte el agua (podemos ayudar apretando con una cuchara o cucharón). Lo importante es que quede bastante seco.

En un bol  batir los huevos, salpimentar al gusto, añadir el calabacín rallado y el queso parmesano rallado. Mezclar todo bien hasta obtener una masa homogénea.

Cubrir la bandeja del horno con papel sulfurizado, verter la masa y extender por toda la superficie de forma que nos quede una lámina fina y homogénea, a ser posible rectangular. Hornear a 180 ºC (calor arriba y abajo sin ventilador) durante 15-20 minutos (la masa debe estar cuajada). Sacar del horno y dejar templar.

Colocar un segundo papel de horno sobre la mesa y volcar la masa sobre él dándole la vuelta. Quitar el papel utilizado en el horno de la parte superior de la masa. Cubrir la superficie con las láminas de jamón cocido y después con las de queso.

Enrollar la masa rellena sobre el lado largo ayudándonos del propio papel para ir apretándolo. Meter de nuevo en el horno durante 10 minutos más para que el queso se funda. Servir caliente.



06 enero 2020

ANGEL FOOD CAKE #unomasmenos100desperdicio0

¡Primera receta de este año 2020 y comenzamos reciclando! Y es que de estos días de fiestas seguro que acumulamos sobras en la nevera y, al menos en mi casa, procuro no tirar nada. Vuelvo a participar en la iniciativa "1 +/- 100, desperdicio 0de mi amiga Marisa, que dirige el blog Thermofanun proyecto que pretende concienciar sobre el reciclaje, la reducción de desperdicios, el ahorro, la defensa del medio ambiente…En su entrada ella lo explica divinamente.

Hoy sería el día de enseñaros el tradicional Roscón de Reyes pero resulta que de un par de recetas navideñas tenía un montón de claras de huevo en la nevera...y muchas ganas de probar el famoso Angel Food Cake. En el blog tenía ya otras ideas para reciclar claras de huevo como estos financiers de chocolate y avellanas o unos bizcochitos de claras y chocolate o incluso el helado de leche merengada.

Pero como os decía, tanto he oído hablar del famoso bizcocho que me puse manos a la obra. En la blogosfera encontraréis infinidad de recetas pero yo tenía dos condiciones para prepararlo: sin el molde característico y sin cremor tártaro. El único molde que podía utilizar era uno para bundt cakes pero ¿qué queréis que os diga? me ha quedado monísimo.


En cuanto al cremor tártaro, nombre con el que se conoce al bitartrato pótasico o aditivo E-334, no había ni rastro en mi cocina. Pero como su misión es estabilizar las claras vamos a usar unas gotas de zumo de limón que van a hacer el mismo efecto. Así que la receta elegida fue una adaptación de esta.

Ingredientes: 7 claras de huevo; 120 g azúcar glas; 70 g azúcar; 83 g harina; 1/2 cucharadita vainilla; 1 cucharadita zumo de limón.

Preparación: Montar las claras con las varillas a máxima velocidad hasta casi a punto de nieve. Añadir el azúcar, el limón y la vainilla y batir hasta que las claras estén listas.

Tamizar la harina y el azúcar glas, mezclar y añadir a las claras montadas mezclando ahora con una espátula con movimientos envolventes hasta integrar todo.

Verter la mezcla en el molde sin engrasar (¡muy importante!) y golpear sobre la mesa suavemente para que se reparta bien por todos los huecos. Hornear (calor arriba y abajo sin ventilador) a 180 ºC durante 35 minutos. Sacar del horno y dejar enfriar boca abajo aprovechando el cilindro central del molde de bundt cake.

Para desmoldar, separar de las paredes y del centro con un cuchillo de sierra y con un golpe seco sacar del molde y colocar sobre un plato. Espolvorear con azúcar glas. ¡Una experiencia superesponjosa!



Pues con esta receta volvemos a la actividad habitual, ¡espero que te guste Marisa!