No se si me acordaré de cómo redactar una entrada en este blog que tanto quiero. Y es que hace tantísimo que no publico que pensaba que se me había olvidado. Pero supongo que es como conducir, que ya sale sólo ¿no?
Abro el cajón de nuevo porque estamos de celebración. Ya he explicado varias veces por qué no estoy por aquí pero celebrar 10 años de blog y participar en el tradicional Parrandón Navideño que organiza cada año Angélica, del blog Bizcochos y sancochos, son dos fiestas que bien merecen una nueva entrada. Con este ya son cuatro años que participo; el primero fue con una sopa de picadillo, el segundo con un schokoladenbrot y el tercero con unos roscos de vermú.
El tema este año es "te regalo mi Navidad" así que, literalmente, mi receta ha sido un regalo para mi cuñada Anny. Podía haber hecho una receta salada pero, no se por que, siempre que pienso en recetas navideñas me vienen a la cabeza cosas dulces. Y eso que yo no soy dulcera. Pero andaba dándole vueltas a preparar algo que pudiera regalar como un detalle y, cuando llegó la propuesta de Angélica, fue como unir dos piezas perfectas del puzle.
La receta es muy sencilla de hacer e incorpora un ingrediente que, hasta hace muy poco, no había usado nunca. Y es que ya sabemos que la avena es buenísima pero a mi se me hace bola. No puedo con ella. Al menos no directamente, tal cual. Así que la he camuflado en estas pastas o galletas y las he preparado en forma de guirnaldas navideñas para decorar (y, obviamente, comer) vuestro árbol de Navidad. ¡Mi cuñada estaba feliz con la sorpresa!
Ingredientes: 200 g harina; 200 g copos de avena; 1 cucharadita levadura Royal; 100 g azúcar; 2 cucharaditas canela molida; 1 cucharadita cardamomo molido; 1 cucharadita esencia de limón; 250 g mantequilla; 1 huevo; sal; almendra en láminas (para decorar); estrellitas de colores (para decorar).
Preparación: Triturar los copos de avena en el robot. Poner en un bol grande y mezclar con la harina, la levadura, el azúcar, la canela, el cardamomo, la esencia de limón y una pizca de sal.
Fundir la mantequilla y añadir a la mezcla seca anterior. Mezclar bien y amasar todo con las manos hasta formar una bola. Dejar en la nevera durante 15 minutos envuelta en papel film.
Precalentar el horno (calor arriba y abajo sin ventilador) a 180ºC. Sacar la masa de la nevera y poner en el centro de un papel de horno sulfurizado. Colocar otro papel encima y, con la ayuda de un rodillo, extender la masa de forma homogénea hasta un grosor de unos 3-4 cm.
Con la ayuda de un cortapastas redondo (de 8 cm de diámetro) cortar círculos de masa. Después, con otro cortapastas más pequeño (de 4 cm de diámetro) cortar el cículo central para que nos quede una guirnalda. Colocar con cuidado las guirnaldas en la bandeja del horno forrada con papel. Con la masa que nos sobra, volvemos a realizar toda la operación de nuevo y así hasta acabar la masa por completo. Con estas cantidades salen unas 18 guirnaldas.
Pintar con una brocha las guirnaldas por encima con la clara de huevo batida. Yo he decorado la mitad con láminas de almendra y azúcar por encima y la otra mitad con estrellitas de colores. Aquí ya a vuestro gusto.
Hornear las galletas durante 18 minutos. Sacar y dejar enfriar en la misma bandeja antes de pasarlas a una rejilla con mucho cuidado porque mientras están templadas son muy frágiles. Si queréis hacer un bonito regalo, pasar una cinta por la guirnalda y hacer un nudo en el extremo de forma que las puedan colgar del árbol de Navidad. Y si no, ponedlas en un plato bonito y tenéis un dulce muy rico para ofrecer a vuestros visitantes. ¡Espero que os gusten!
Pues con esta receta tan deliciosa participo en el Sexto Parrandón Navideño y aquí podéis ver las demás participaciones. ¡Gracias Angélica por pensar de nuevo en mi! ¡Te deseo unas Felices Fiestas!