Todas las cosas tienen un principio y un final y a este reto, que tanto amo, le ha llegado su punto y final. Esta vez definitivo. Cuando inicié esta andadura publicando la primera receta, el 3 de febrero de 2014, mi intención era dar a conocer la cocina tradicional del país que fue mi hogar durante 2 años, más allá de lo más conocido como podía ser la pasta o la pizza. Y el objetivo está cumplido.
Llegamos a la edición nº 48 más dos ediciones de Navidad con los que completamos un recetario de cocina regional italiana con 100 propuestas que han sorprendido, gustado y hecho disfrutar a muchas colaboradoras, sin las cuales, no habría sido posible estar 6 años en uno de los retos más longevos que conozco. Con ello estoy más que satisfecha y feliz.
Este reto, en sus tres ediciones, ha sido un ir y venir de gente estupenda y con buen rollo. Algunas cocineras han pasado de puntillas y otras se han quedado en la familia. A todas ellas va mi más sincero agradecimiento 💖💖
Para despedirnos este mes no he enviado recetas sino que he propuesto participar con una receta salada y/o dulce que las participantes no hubieran podido hacer aún, por falta de tiempo, y que les hubiera gustado haber cocinado de entre todas las que les he propuesto en estos años. ¡Y aquí están! Por mi parte he vuelto al inicio, al libro que dio origen a este reto, a la cocina de toda la vida que es el motor de este blog, y me he decantado por una receta, hoy dulce, que es un básico de la repostería.
Ingredientes: 250 g mantequilla; 250 g azúcar; 250 g harina; 4 huevos; 1 sobre levadura Royal; 1/2 cucharadita esencia de vainilla; 1/2 cucharadita esencia de limón; 1 pizca sal; azúcar glas.
Preparación: Triturar en el robot el azúcar con las esencias de limón y vainilla para que quede un polvo fino. Tamizar la harina y unir a la levadura.
En el bol de la amasadora poner la mantequilla en pomada y batir con el azúcar para formar una crema. Ir añadiendo las yemas una a una para que se vayan integrando. Batir las claras a punto de nieve e incorporar a la mezcla con movimientos suaves. Finalmente ir añadiendo la harina con la levadura a cucharadas sin dejar de batir. Acabar con una pizca de sal.
Engrasar y enharinar un molde redondo y verter la masa, extendiendo con una espátula para que quede repartido. Hornear a 180 ºC (calor arriba y abajo sin ventilador) durante 45 minutos. Para ello pinchar con un palillo que debe salir limpio. Si se tuesta mucho por arriba a media cocción tapar con papel aluminio.
Dejar enfriar, desmoldar y servir espolvoreado con azúcar glas.
Ingredientes: 250 g mantequilla; 250 g azúcar; 250 g harina; 4 huevos; 1 sobre levadura Royal; 1/2 cucharadita esencia de vainilla; 1/2 cucharadita esencia de limón; 1 pizca sal; azúcar glas.
Preparación: Triturar en el robot el azúcar con las esencias de limón y vainilla para que quede un polvo fino. Tamizar la harina y unir a la levadura.
En el bol de la amasadora poner la mantequilla en pomada y batir con el azúcar para formar una crema. Ir añadiendo las yemas una a una para que se vayan integrando. Batir las claras a punto de nieve e incorporar a la mezcla con movimientos suaves. Finalmente ir añadiendo la harina con la levadura a cucharadas sin dejar de batir. Acabar con una pizca de sal.
Engrasar y enharinar un molde redondo y verter la masa, extendiendo con una espátula para que quede repartido. Hornear a 180 ºC (calor arriba y abajo sin ventilador) durante 45 minutos. Para ello pinchar con un palillo que debe salir limpio. Si se tuesta mucho por arriba a media cocción tapar con papel aluminio.
Dejar enfriar, desmoldar y servir espolvoreado con azúcar glas.
La torta sabbiosa (el pastel de arena) es típica de Verona, en la región del Veneto, aunque también se ha extendido mucho a Mantova. Es una receta de bizcocho básica que queda esponjosa y es ideal para tomar a cualquier hora.
Pero siendo este el último reto, me vais a permitir que os explique que escogí esta receta para cerrar por su historia, que tiene mucho que ver con mi casa en Italia...y dice así...
"Erase una vez, en el pequeño pueblo de Sairano, una familia que se dedicaba a extraer arena y grava del lecho del gran río Po, que no siempre fluía plácidamente por el territorio. La familia estaba compuesta por el padre, Asdrubale, la madre, Guendalina, y tres hijos, Alexander, Rufus y Ester. Era una familia pobre pero capaz de ver la pobreza en las otras familias del país. El trabajo de cavador de arena era duro, implicaba un gran esfuerzo físico y una atención particular para no caer al río. Un día, mientras papá levantaba la pala llena de arena con todas sus fuerzas, Rufus vio una botella grande con una papel dentro. Llamó a su padre y gritó: ¡Hemos encontrado el mapa del tesoro!. Abrieron la botella ansiosos por saber que contenía el papel interior, pero se desilusionaron.
De hecho, la hoja decía: "Yo, el gran pastelero de la corte de los señores de Piacenza, quiero confiar mi receta para un pastel sublime a las aguas del río que me hizo famoso. Quienes lo encuentren pueden amasarlo con mantequilla fresca y azúcar, luego agregar los huevos de gallinero del día y la harina. El truco está en cocinar, pero no digo esto porque quien encuentre este escrito puede tener la alegría de descubrirlo por sí mismo". Del hallazgo, los hermanos quedaron decepcionados, pero llevaron la hoja a la madre, que la guardó en un armario.
Llegó el día del festival del pueblo y la madre, con la ayuda de Ester, sacó la hoja del armario, hizo el pastel, lo horneó en el horno de leña en el patio y lo puso sobre la mesa y sus amigos lo probaron. Muchos se atiborraron, pero todos se mostraron asombrados de lo bueno que estaba. Ester lo llamó el pastel de arena porque su receta se había encontrado en la arena y, como arena, atiborraba a los codiciosos...
Yo vivía al lado del Po, en el mismo Piacenza, así que nada mejor que esta receta para despedirme ¿no os parece? Os dejo la receta tal cual está en el libro:
Cucina Regional Italiana (Lisa Biondi)
Y ahora vamos con las participantes que han querido acompañarme en esta fiesta final, a todas ellas más que nunca GRACIAS.
Encarnita, desde El paraíso de los golosos, tenía muchas ganas de preparar el salame dolce de Emilia-Romagna y sus nietos encantados
Anna, desde Retalls de cuina, no ha querido perderse la oportunidad de participar con su torta di carote del Trentino Alto Adige
Nieves, desde La cajita de Nieves y Elena, se ha decantado por la gubana di Cividale de Friuli Venezia Giulia, un dulce que caerá en sus fiestas navideñas
Marisa, desde Thermofan, compensa la tristeza de que el reto termine con haber disfrutado horneando y probando los maritozzi típicos de Marche pero sin azúcar
Kety, desde Croketypot, ha querido preparar el zabaione lombardo en su versión con Grand Manier
Mar ha preparado la torta a due colori de Abruzzo y la ha llevado para compartir con sus compañeras de colegio
Rosa, desde Un toque de canela, tenía atravesada esta focaccia al miele de Basilicata y nos la trae por fin para disfrutarla
Natalia, desde Poesía culinaria-sabores de Nati, nos trae las nepitelle de Calabria porque dice es una ratona y le encantan
Mercedes, desde Merce´s cake, nos trae el clásico tiramisú que, aunque no lo hemos preparado en el reto, no podía faltar
Y finalmente Patricia, desde Patyco Candybar, nos deleita con este pan speziale de Emilia-Romagna digno de esta gran fiesta
Natalia, desde Poesía culinaria-sabores de Nati, nos trae las nepitelle de Calabria porque dice es una ratona y le encantan
Mercedes, desde Merce´s cake, nos trae el clásico tiramisú que, aunque no lo hemos preparado en el reto, no podía faltar
Y finalmente Patricia, desde Patyco Candybar, nos deleita con este pan speziale de Emilia-Romagna digno de esta gran fiesta
Hasta aquí nuestro periplo por la gastronomía regional italiana...Espero que os dejéis sorprender por cada una de las propuestas que podéis encontrar aquí. Y estad atentos porque aún queda una sorpresa final...y hasta aquí puedo leer...
Parece que el dulce gana por goleada al salado jajaja... la verdad es que para una buena despedida no puede faltar un buen dulce y de todos estos no he hecho ninguno así que ya tengo trabajo, quiero probarlos todos.
ResponderEliminarYa me parecía a mi que esto no podía acabar aquí, alguna sorpresita imaginaba que traerías jajaja...
Besos
Nieves
Ya te digo si sois golosas jajajajaja
EliminarSi que se acaba pero con sorpresa :-)
Una delicia de recetas para hacer honor a una gran despedida...mil abracitos para todas!!! Un gusto compartir tanto amor por la cocina 😋🥰⚘
ResponderEliminarGracias guapa!
EliminarQué gozada de dulces! Yo no soy de dulce y menos ahora con restricciones alimentarias... un rollo. Me conformo cocinandolos para los demás. Si pudiera, seguro que le daba bocado a alguna porque todos tienen una pinta buenísima!
ResponderEliminarNo podría elegir sólo una. Todas tienen muy buena pinta! Ha sido fantástico volver a participar, aunque sea para la despedida. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias Anna!
EliminarBonita historia y bonita elección. Yo creo que hubiera hecho algo parecido. Una exquisitez de torta, cocina tradicional que apetece siempre.
ResponderEliminarSolamente me queda volver a darte las gracias por el CRI de nuevo.
Besos.
Gracias guapa!
EliminarCuanta variedad🤗y cuantas delicias..👌 no sabría por cuál empezar🤔pues me gustan todas😋😋besinos
ResponderEliminarJejejeje pues coge un trocitin de cada!
EliminarMe encanta ésta tarta Maggie, también la voy a hacer un día.
ResponderEliminarMe ha hecho mucha ilusión ver en el recopilatorio la receta que hice en mi primera participación al reto el pan speziale de Emilia Romagna.
Un besito y hasta siempre
Rosa
Gracias preciosa!
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