24 febrero 2019

PETIT SUISSE DE FRESA #ASALTABLOGS

Coincidiréis conmigo que comerte un petit suisse se te queda corto. Por eso los "peti" (como yo los he llamado siempre) se comen de dos en dos. Porque están riquísimos y uno te sabe a poco. Punto. Y por si no lo sabíais, el petit suisse no es un yogur sino un queso. Nació en 1972 en Barcelona en referencia a un queso fresco de origen francés (Normandia) pero Danone le cambió el nombre años más tarde a Danonino. ¡Menudo chasco me llevé!

En fin, que toda esta historia viene al caso porque hoy es último domingo de mes y toca reto #Asaltablogs y, en esta ocasión, me hace especial ilusión que la asaltada haya sido mi querida Rosa de Cocineando con Rosa. A Rosa la quiero un montón sin tan siquiera haberla visto, no sólo cocina bien sino que hace unos tags de lo más cukis (¡como ella!) y por eso no podéis perderos su otro blog.

De Rosa es muy difícil llevarse una sola receta pero como es tan rosa como su nombre y yo estoy loca por este postre, cuando vi sus petit suisse de fresa no me pude resistir. Rosa carinyet, se que el año pasado no ha sido nada fácil y que el tiempo lo cura casi todo pero desde aquí te mando todo mi amor culinario, espero que te guste. No sabes lo feliz que me ha hecho asaltarte. 💖

Ingredientes: 340 g fresas limpias; 135 g crème fraîche; 240 g queso Philadelphia; 90 g azúcar; 4 láminas gelatina.

Preparación: En el vaso de la batidora poner las fresas limpias del rabito y cortadas en trozos junto con el azúcar y triturar hasta obtener una crema. Reservar.

En un bol con agua fría hidratar la gelatina durante 5 minutos. Mientras, en un cazo poner la crème fraîche y el queso y calentar removiendo con unas varillas hasta que todo se deshaga. Quitar del fuego y añadir, una a una, las hojas de gelatina hidratadas integrando con la varilla para que se disuelvan por completo. Finalmente añadir el puré de fresas y mezclar bien.

Yo he preferido colar toda la mezcla por un colador para evitar las semillitas de las fresas. Repartir en vasitos individuales (he usado unos muy chulos de chupito) y dejar enfriar en la nevera (toda la noche mejor). ¡Riquísimos! ¡Gracias Rosa por la receta, me has hecho muy feliz!



Pues con esta receta participo en el #Asaltablogs...a ver que han ido trasteando los demás...


20 febrero 2019

SAMOSAS VEGETALES - 12 RECETAS, 12 BLOGUERS

¡Buenos días! Ya sabéis que este año he decidido seguir adelante con la iniciativa 12 Recetas, 12 Bloguers que ya reactivé en 2018. Con ella pretendo homenajear, cada mes, a esos bloguers (y sus blogs) que siempre están ahí, a las que ya he cogido cariño e incluso considero amigos aunque no nos conozcamos en persona. Siempre he pensado que la mejor manera de devolver tanto cariño y apoyo es cocinando una de sus recetas. Y por eso estamos aquí.

Este mes de Febrero he elegido a Guille, alma mater del blog No me comes nada, un chico con el que comparto reto y con el que me parto con todos sus comentarios y ocurrencias, debe ser porque es paisano andaluz jejejeje. Desprende tan buen rollo en todo momento (si no, pasaros por su blog y veréis que bien explicotea cada receta) que era imposible no elegirlo para ser uno de los homenajeados. Además...ha celebrado hace muy poquito su cuarto cumpleblog así que desde aquí ¡enhorabuena!

Te confieso, querido compañero, que soy fan de tu blog y que me atreví a osar preparar tu chapata sin ser nada buena haciendo pan pero es que me picaste...El resultado fue un desastre a medias porque por fuera era preciosa pero por dentro la miga era de un denso que tiraba para atrás, nada que ver con la tuya...Así que para este homenaje traigo la segunda opción que tenía, tus fantásticas samosas vegetales porque además es que me encantan y no pierdo oportunidad para pedirlas siempre que puedo. ¡Han quedado muy ricas!

Ingredientes (14 samosas): 7 láminas masa filo; 1 patata grande; 75 g guisantes; 1 zanahoria grande; 1/2 cebolla; 1 cucharadita curry; 1 cucharadita comino molido; 1 cucharadita jengibre molido; 1 cucharadita garam masala; mantequilla.

Preparación: Pelar la cebolla y la zanahoria y cortar en daditos pequeños. Poner una sartén a calentar con una cucharada de aceite y rehogar las verduras a fuego suave. Agregar las especias y mezclar bien. Cuando estén hechas apagar el fuego y reservar.

Pelar la patata y cortar en trozos grandes. Cocinar en agua con sal durante 15 minutos. Escurrir el agua y machacar la patata hasta formar un puré. Añadir la leche, salpimentar al gusto y mezclar bien para que el puré quede suave.

Añadir los guisantes (en mi caso ya cocidos) y las verduras pochadas al puré y mezclar bien formando una pasta. Dejar entibiar antes de rellenar las samosas.

Precalentar el horno a 200 ºC. Extender las láminas de pasta filo una a una y cortar por la mitad a lo largo. Untar bien con mantequilla derretida (20 segundos en el microondas, dos veces) y colocar una cucharada del relleno encima del extremo más cercano. En esta entrada podéis ver como las doblo en forma de triángulo. Colocar las samosas sobre la bandeja del horno forrada con papel sulfurizado con el borde que cierra hacia abajo. Hornear durante 20 minutos (deben quedar bien doradas). Servir inmediatamente.



Antes de despedirnos hasta el mes que viene (¿quién será el próxima?), he pedido a Guille que conteste a un pequeño test con el que sabremos un poquito más de el. ¡Gracias guapetón, por la receta y por prestarte a contestar!
  1. Un ingrediente: Cualquier queso
  2. Una fuente de inspiración: Mi madre
  3. Un utensilio: Un buen cuchillo
  4. Una afición: La fotografía
  5. Un destino: Italia
  6. Una comida: Tortilla de patatas
  7. Un libro: Ensayo sobre la ceguera (José Saramago)
  8. Una película: Amélie 
  9. Un sueño: Volver a vivir a Cádiz
  10. Cocinar es... una desconexión
¡Ah! Y si te apetece compartir la entrada ¡estás en tu casa! ¡Un besazo!


17 febrero 2019

SALCHIPAPAS CON CEBOLLAS ENCURTIDAS #CocinasdelMundoQuito

Nueva edición del reto Cocinas del Mundo y cogemos la maleta para marcharnos a Quito, destino elegido este mes por La cajita de Nieves y Elena que se ha permitido la licencia porque tocaba la letra Q. ¡Pues allá que nos vamos, a la capital y ciudad más poblada de la República de Ecuador!

No tengo el gusto de conocer personalmente a ningún paisano ecuatoriano al que preguntar así que, como tampoco conozco su gastronomía, me dediqué a investigar. Pero esta vez tenía la idea de volver a preparar comida callejera, algo por lo que he optado en algunos viajes de los que llevo haciendo virtualmente los últimos casi cinco años. ¡Y encontré justo lo que buscaba!

La receta que os traigo con este nombre tan exótico son unas papas fritas con salchichas acompañadas de una salsa rosada casera y cubiertas con unas cebollas encurtidas. Al parecer, según cuenta la dueña de la receta, son famosas en los locales de comida rápida de su zona así que me pareció que yo también me merecía probarlas. ¡Y no me han defraudado! ¿Apetecen?

Ingredientes para las salchipapas (contar 1 patata grande y 1 salchicha por persona): 2 patatas grandes; 2 salchichas; aceite para freír; sal.

Ingredientes para la salsa rosa: 1 huevo; 1 cucharada limón; 1 cucharada vinagre; 1 pizca sal; 1 pizca azúcar; 1 vaso aceite girasol; 1/2 cebolla blanca picada; 8 tomates cherry; 1 chile picante (opcional).

Ingredientes para las cebollas encurtidas: 2 cebollas rojas pequeñas; 3 limones grandes; 1 cucharada de aceite; sal; agua.

Preparación: Empezar preparando el día anterior las cebollas encurtidas. Pelar las cebollas y cortar por la mitad y después en rodajas muy finas. Poner en un recipiente y espolvorear con una cucharada de sal y con el zumo de un limón. Mezclar bien y dejar reposar durante 10 minutos. Cubrir las cebollas con agua tibia y dejar reposar otros 10 minutos. Quitar el agua y lavar bien las cebollas para quitar toda la sal. Añadir el resto del zumo de limón, sal al gusto y el aceite y mezclar bien. Tapar y dejar reposar en la nevera al menos 3 horas, mejor toda la noche. Probar de sal antes de servir. Reservar.

Vamos ahora a preparar la salsa rosa. En el vaso de la batidora poner el huevo, limón, vinagre, sal y azúcar, añadir el aceite y batir hasta formar la mayonesa (poner el brazo de la batidora pegado al fondo del vaso, accionar la batidora y esperar hasta que empiece a cuajar para subir y bajar el brazo hasta completar el proceso). Pelar aparte los tomates, quitar las semillas y batir junto con la cebolla picada y el chile picante (si queréis). Finalmente añadir esto a la mayonesa, volver a batir todo junto y reservar en la nevera.

Pelar las patatas y cortar en rectángulos gruesos. Poner en remojo con agua fría durante media hora. Escurrir el agua y secar muy bien las patatas. Calentar el aceite en una sartén y freír las patatas durante 15 minutos a fuego medio hasta que estén tiernas pero no doradas. Sacar del aceite y poner sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Dejar enfriar una hora. Volver a calentar el aceite y, cuando esté bien caliente, añadir las patatas y freír hasta que estén doradas, unos 5 minutos. Sacar del aceite y poner sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

Si las salchichas son muy grandes cortar por la mitad y dar unos cortes en cruz en los extremos. En el mismo aceite de las patatas freír las salchichas hasta que estén doradas y poner sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

Servir inmediatamente en una ración individual donde pondremos las patatas con las salchichas cubiertas por la salsa rosa y por encima las cebollas encurtidas. Lo acompañamos de una buena cerveza fría y nos sentamos en la terraza de casa a disfrutar del sol y de la buena comida callejera.



Pues con esta delicia participo en Cocinas del Mundo - Quito y deseando estoy de ver el resto de aportaciones.


14 febrero 2019

BOMBONES PICANTES...¡Y NOS VAMOS DE TURISTEO!

Estamos a principios de septiembre de 2018. Tres blogueras se ponen a elucubrar acerca de la posibilidad de hacer una quedada en alguna parte de Europa, visto que cada una vive en un país diferente. La cosa toma velocidad (y de las buenas) y acaba en menos de 24 horas en dos billetes de avión comprados para ir a visitar a una de ellas...¡nos vamos de turisteo a Frankfurt!


Dicho y hecho. Porque cuando nos liamos no hay quien nos pare. Pero somos así. Carpe Diem. Nos gusta más un cachondeo, unas buenas risas, una buena terapia y compartir nuestro amor por la cocina que nada. Así que cuando Marisa (Thermofan) y una servidora le dijimos a Pepi (Sopa de sopa) que nos esperara en su casa en Alemania (conste que ella nos ofreció cobijo muy gustosa) allá por Diciembre, en el fondo pensó ¡vaya par de locas! jajajajaja

Lo cierto y verdad es que allá que nos fuimos, la una desde Valencia y la otra desde Amsterdam. Las oportunidades hay que aprovecharlas y, como ya he dicho en alguna otra entrada, estoy decidida a conocer en persona a aquellos con los que comparto afición y con los que ya he establecido un lazo que mucha gente no puede acabar de entender. La blogosfera es así de mágica.

Bien...¿donde estábamos? Ah si, volando a Frankfurt. Pepi (una belleza sevillana) y su simpático y caballeroso marido Dieter (alemán pero con un acento andaluz fantástico) viven en un pueblecito a 70 km del aeropuerto y tuvieron el inmenso detalle de venir a buscarnos. Una vez más GRACIAS. A partir de ahí...un fin de semana muy completo lleno de vivencias, confidencias, risas, visitas, degustaciones y recuerdos que se quedarán para siempre en mi corazón. Para muestra, un botón.




Y de corazones va la cosa hoy. Porque después del viaje, Pepi y yo recibimos un regalito de parte de Marisa, nada menos que el molde "Monamour" de Silikomart, ideal para hacer bombones en casa con forma de corazón. Y como hoy en todo el mundo se celebra San Valentín y no sólo celebramos el amor de pareja sino también el amor de amigas, aquí estamos las tres preparando bombones para todo el que quiera celebrar con nosotras la amistad de corazón.

Ingredientes: 200 g chocolate negro 75%; 1/2 cucharadita guindilla molida.

Preparación: Fundir en un cazo el chocolate al baño María con ayuda de una espátula. Cuando esté líquido, añadir la guindilla y mezclar muy bien. Verter el chocolate en el molde, en cada unidad hasta el borde. Dar unos golpecitos en la mesa para que no queden burbujas de aire y enfriar en la nevera (yo lo he dejado toda la noche aunque no es necesario).

Desmoldar empujando suavemente cada corazón y guardar en un envase cerrado en un lugar fresco y seco. ¡Tienen un punto picantito que me encanta!



Y aquí tenéis a las otras dos componentes del trío #trescorazoneslocuelos y sus maravillosos bombones (pincha en las fotos):

Bombones de chocolate puro y praliné al Cointreau

Bombones de tres chocolates

¡Hasta pronto corazones! 💖💖💖


09 febrero 2019

SHEPHERD´S PIE #CocinArte

La nueva propuesta este mes para el reto #CocinArte, que lleva mi querida María, tiene sabor a pasado...al menos para mi. Ella nos propone cada mes un cuadro, nosotros le damos a la imaginación y tratamos de recrear lo que nos inspira en nuestra cocina.

El cuadro de este mes es “Salisbury Cathedral from the Bishop's Grounds” (La catedral de Salisbury vista desde el jardín del palacio episcopal, 1828, óleo sobre tela, 88 x 119 cm, Victoria & Albert Museum, Londres), obra del pintor romántico británico John Constable. La catedral de Salisbury protagonizó varias pinturas famosas de Constable. Las vistas que se reflejan en estos cuadros han cambiado muy poco en casi dos siglos. Fue John Fisher, el obispo de Salisbury, quien encargó esta pintura a su amigo Constable, siendo también quien escogió la vista desde la que debía pintarse la catedral. Como gesto de aprecio, Constable incluyó al obispo y a su esposa en el lienzo. Sus figuras pueden verse en la parte inferior izquierda de la pintura, detrás de una valla y bajo las sombras de los árboles.


Sin haber leído nada aún de la información que siempre nos proporciona María para inspirarnos, fue ver el cuadro y retroceder en el tiempo a mis 18 años. Aquel verano mi padre quiso premiar mis buenas notas y me envió a pasar el verano a mejorar mi inglés a Canterbury (por cierto, con una catedral bien parecida). Veréis, yo soy de la generación del francés que tuvo que transicionar en brevísimo tiempo al inglés, idioma que se impuso en esa época y que a mi, personalmente, me costó aprender. Luego, por razones de trabajo, lo he utilizado toda mi vida pero lo cierto y verdad es que era mucho mejor en francés que en inglés.

En fin, que como os digo, mi padre me envió a perfeccionar el inglés en uno de esos cursos de inmersión total que duran todo el verano justo antes de entrar a la Universidad. Era mi primer viaje al extranjero yo solita y ahora, mirando atrás, creo que fue la semilla que hizo que después no me haya resultado nunca un problema cambiar de país e iniciar nuevas vidas en otros sitios. ¡Gracias papi!

El curso no se si lo aproveché demasiado porque pasaba mucho tiempo con españoles jajajajaja pero si tengo un recuerdo muy cariñoso de la familia en la que me tocó vivir. Más que familia era una ancianita inglesa con dos caniches con un acento maravilloso y que me cuidaba y cocinaba cosas muy ricas. Los desayunos eran fantásticos, preparados con mimo y gusto y cuando no iba a clase o tenia alguna actividad comía en casa también. Y de uno de esos días viene la receta que, nada más ver el cuadro, recordé y evoqué: un tradicional Shepherd´s Pie.


Desde que lo probé en casa de mi anfitriona nunca más lo he vuelto a comer así que el reto me ha dado la oportunidad de experimentar la cocina tradicional británica y de recordar mi aventura en Inglaterra con una sonrisa de oreja a oreja. Espero que María me permita la licencia, yo lo he disfrutado muchísimo.

Ingredientes para el relleno: 300 g cordero; 1 cebolla; 1 diente ajo grande; 3 cucharaditas puré de tomate; 1 zanahoria; 1 chirivía; 70 g guisantes congelados; 1 taza cerveza Heineken Oud Bruin; 2 cucharadas salsa Worcester; 1 cubito caldo carne; 1 vaso agua; aceite; sal; pimienta; tomillo fresco.

Ingredientes para el puré: 1 kg patatas; 1 cucharada mantequilla; leche; sal; pimienta.

Preparación: En una cacerola poner a calentar un fondo de aceite. Cortar la carne de cordero en trocitos pequeños y sofreir a fuego medio-alto hasta que coja color. Salpimentar al gusto y retirar a un plato.

En el mismo aceite rehogar a fuego suave la cebolla y el ajo pelados y picados hasta que estén blanditos. Añadir la pasta de tomate y el tomillo (al gusto) y mezclar bien. Rehogar unos minutos, reincorporar la carne y mezclar. Añadir la zanahoria y chirivía pelados y en daditos, los guisantes congelados, la cerveza (he usado una oscura de aquí, muy sabrosa), la salsa Worcester, el dado de caldo desmenuzado y el agua. Mezclar bien y cocinar a fuego mínimo durante 1 hora. Rectificar de sal si es necesario. ¡La carne así ya está espectacular!

Preparar el puré. En una cacerola grande poner las patatas peladas y cortadas en trozos grandes a cocer en agua con sal durante 15 minutos. Eliminar completamente el agua y poner las patatas de nuevo en la cacerola. Con la ayuda del stampper machacar bien las patatas, salpimentar, añadir la mantequilla y un chorro de leche y continuar machacando hasta formar un puré cremoso (yo la leche voy echándola poco a poco para no pasarme).

Precalentar el horno a 180 ºC. En una fuente de horno poner la carne extendida por toda la base.


Después cubrir la carne por completo con el puré de patatas y hornear (calor arriba y abajo sin ventilador) durante 20 minutos. Apagar el horno y dejar reposar durante 10 minutos antes de servir. ¡Espectacular!



Pues con esta receta participo en #CocinArte, gracias María por la propuesta que me ha permitido volver al pasado...


07 febrero 2019

CROQUETAS DE POLLO MARINADO #unomasmenos100desperdicio0

Las croquetas no eran mi fuerte. No tenía buena mano con ellas hasta que descubrí la manera de que me quedaran jugosas y fueran muy fáciles de hacer. Salen geniales y desde que hice las croquetas de bacalao las hago siempre así. ¿Y que mejor reciclaje que unas croquetas?

Este mes vuelvo a participar en la iniciativa de mi amiga Marisa, que dirige el blog Thermofan y con la que he compartido muchas aventuras culinarias, "1 +/- 100, desperdicio 0", un proyecto que pretende concienciar sobre el reciclaje, la reducción de desperdicios, el ahorro, la defensa del medio ambiente…En su entrada ella lo explica divinamente.

Recordaréis que hace una semana os enseñé la receta del pollito marinado a la naranja del que, claro está, me sobraron los trozos que no eran de la pechuga...porque en casa somos fans de la pechuga y no tanto del resto. Así que normalmente aprovecho esas partes para preparar otros platos y así no tiramos nada. ¡Este pollito ha dado para dos reciclajes!

Ingredientes: 130 g restos de pollo marinado; 125 ml leche; 15 g mantequilla; 1 cucharada colmada harina; sal; pimienta; nuez moscada; 1 huevo; pan rallado (con perejil); aceite.

Preparación: En el vaso de la batidora triturar los restos de pollo impregnados con su propia salsa junto con la leche, sal, pimienta y nuez moscada.

Fundir en un cazo la mantequilla a fuego suave, añadir la harina y cocinar mezclando bien. Añadir la mezcla triturada y cocinar hasta espesar removiendo constantemente con una cuchara de madera para que no se formen grumos.

Pasar la mezcla a un plato, extender bien y cubrir con papel film tocando la superficie de la masa para que no se forme costra. Dejar una noche en la nevera.

Al día siguiente coger porciones de masa con una cuchara, darles forma de croqueta con la mano y pasar por huevo batido y pan rallado dos veces (alternativamente). Freír las croquetas en abundante aceite caliente hasta que estén doradas. Poner sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa y servir.



¡Espero que te guste amiga!



04 febrero 2019

MOSTACCIOLI - RETO DULCE CRI: CAMPANIA

Si ayer nos deleitábamos con un clásico salado, de esos de no parar de comer, hoy para el reto Cocina Regional Italiana os propongo un bocadito ideal para el café y con un nombre que induce a pensar en un gran bigote...pero nada más lejos.

La receta propuesta ha resultado ser complicada de manejar, hay que ser honestos. Yo creo que estos días, al menos en Holanda y en mi casa, están siendo especialmente húmedos y la masa, una vez preparada se hidrata muy rápidamente (es como si el azúcar absorbiera demasiada agua y la masa se cristaliza) por lo que es muy difícil de manejar y una vez cocida no queda tierna. La he repetido dos veces y en las dos ocasiones me ha pasado lo mismo y el resultado no me convence.

Así que me puse a investigar y encontré esta receta de mi portal italiano favorito en la que usan harina normal y de almendra, además de chocolate, y la masa resultante es mucho más sencilla de manejar y el resultado como a mi me gusta. Así que es la receta que les he dado también a las participantes. La he preparado también dos veces y funciona. Eso si, la he escalado a mi casa que ya sabéis somos dos pero no ha quedado ni uno...


Ingredientes: 250 g harina repostería; 75 g almendra molida; 3 g pisto; 150 g azúcar; 15 g cacao amargo en polvo; 1 cucharadita levadura Royal; 125 g agua; ralladura de 1/2 naranja; 300 g chocolate 75%.

Ingredientes para el pisto: 15 g pimienta blanca molida; 5 g nuez moscada molida; 13 g canela en polvo; 2 g clavo molido; 5 g anis estrellado.

Preparación: Empezar preparando la mezcla de especias (pisto). En un robot poner todas las especias y triturar hasta obtener un polvo fino. Guardar en un bote de cristal.

Si como yo usáis almendras con piel, escaldar las almendras en agua hirviendo 2 minutos, enfriar y pelar. Secar las almendras y triturar en un robot hasta obtener una harina.

En el bol de la amasadora poner todos los ingredientes sólidos (harina, harina de almendra, pisto, azúcar, cacao, levadura y ralladura de naranja) y mezclar bien. Accionar la pala de amasar e ir añadiendo el agua a cucharadas sin dejar de amasar. Cuando la masa se separe de las paredes sacar a la mesa de trabajo, ligeramente enharinada, y finalizar de amasar con las manos formando un rulo que envolvemos en papel sulfurizado y dejamos en la nevera máximo 1 hora.


Precalentar el horno a 200 ºC. Abrir el papel que envuelve la masa y colocar un segundo papel por encima y con el rodillo estirar la masa en una lámina no muy fina entre los dos papeles. Con un cortapastas en forma de rombo o con el cuchillo cortar la lámina en rombos grandes y pasar con cuidado a la bandeja del horno, forrada con papel, separando las galletas unas de otras.


Bajar el horno a 180 ºC y hornear las galletas durante 18 minutos. Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla. Mientras fundir el chocolate al baño María. Cubrir cada galleta con chocolate por un lado (yo lo hago con una cuchara en el mismo cazo del chocolate fundido) y dejar sobre la rejilla para que se enfríe (poner debajo de la rejilla papel para recoger el chocolate que caiga).

Cuando esté bien sólido, repetir la operación por el otro lado y volver a dejar enfriar. Se conservan durante días en un recipiente tapado. ¡Están riquísimas! Lo que más me gusta es el toque picantito de las especias...¡mmmmmmmmmm!


Los mostaccioli napolitani (también conocidos como mustaccioli) es uno de esos dulces tradicionales antiguos fácilmente reconocibles por la forma característica de rombo, la cobertura de chocolate negro y la presencia del pisto. Son típicos de Campania y se preparan desde el 8 de diciembre en adelante y acompañan todos los días navideños, especialmente la Navidad y el Año Nuevo.


El nombre, probablemente, procede del latín mustum, que significa mosto. De hecho, en la antigüedad, era este ingrediente el que se usaba para dar sabor a las galletas. Sin embargo, con el tiempo, la costumbre de usarlo se ha perdido y el mosto ha sido reemplazado por agua y pisto.

Como os digo, esta es la receta original pero que, en mi experiencia, se hidrata demasiado. Aún así os la dejo:

La cucina regionale italiana in oltre 5000 ricette (Alessandro Molinari Pradelli)

Vamos ahora ya con las participaciones de este mes, todas ellas deliciosas...¡GRACIAS!

Nati, desde Poesía culinaria - Sabores de Nati, aprovechó para hacer las galletas en casa de sus suegros mientras andaba liada con las cajas de la mudanza...¡buen viaje!


Mercedes, desde Merce´s Cake, se estrena en el reto y nos ha preparado esta versión deliciosa ¡bienvenida!


Mar nos ha preparado también la receta dulce, con su pisto y todo, ¡y ha cumplido con creces!


Encarnita, desde El paraíso de los golosos, nos trae su versión que le ha gustado mucho ¡me alegro!


Y finalmente Bea, desde Sweet cookies by Bea, que se me despistó pero ya están aquí sus galletas pero con nueces


Y hasta aquí el reto este mes, nos vemos el que viene con dos nuevas propuestas sorpresa ¡a disfrutar cocinando!

03 febrero 2019

TARALLI - RETO SALADO CRI: PUGLIA

Tengo la suerte de compartir trabajo con gente de todo el mundo. Pero seguramente con quienes más afinidad tengo es con mis compañeras italianas y, de vez en cuando, viajan a su país de origen y traen cosas típicas para probar, una oportunidad que yo nunca dejo pasar jajajajaja.

Hace no mucho entró a trabajar Daniela, una chica de Puglia muy simpática con la que comparto no sólo risas sino también la pasión por la cocina. Es una gran cocinera de tartas pero ya sabéis que yo soy mucho más de salado. Y de su tierra tuve la oportunidad de probar por primera vez los famosos taralli.

Así que para el reto Cocina Regional Italiana de este mes, y puesto que hace mucho que no hacemos pan, he propuesto que los hagamos nosotras con un poquito de paciencia. La receta no puede ser más sencilla pero, eso si, para que sean auténticos les he puesto un vino de Puglia. ¡Divinos!


Ingredientes: 500 g harina 00; 100 ml AOVE; 100 ml vino blanco Codici pugliese; 10 cucharadas vino adicionales; 1 cucharadita sal; 2 cucharaditas semillas de hinojo.

Preparación: Poner la harina en el bol de la amasadora, añadir la sal y las semillas de hinojo y poner en el centro el aceite y 100 ml del vino blanco y accionar la pala de amasar para empezar a mezclar. Ir añadiendo el resto del vino a cucharadas hasta que la masa coja la consistencia deseada (yo prefiero usar vino y no agua ya que así tienen más sabor).

Cuando se forme la bola y se despegue de las paredes del bol sacar la masa a la mesa de trabajo, ligeramente enharinada, y amasar con las manos hasta obtener una masa lisa y elástica.

Cortar en trozos e ir haciendo tiras de masa de medio dedo de ancho. Yo me pongo la masa entre las palmas de las manos y la hago rodar para formar los rulitos. Una vez hechas las tiras cortar a la medida que queramos hacer los taralli y plegar como un lazo. Yo he hecho de tres tamaños diferentes.


Poner una cacerola con agua a hervir e ir cociendo (pocas unidades a la vez) los taralli durante unos 30 segundos. Enseguida que se despeguen del fondo y empiecen a flotar sacar con una rasera y colocar sobre un paño seco o papel para que no queden mojados.

Después colocar los taralli en la bandeja del horno forrada con papel sulfurizado y hornear a 200 ºC (calor arriba y abajo sin ventilador) durante 25 minutos (cuando empiecen a dorar). Dejar enfriar ligeramente y ¡a disfrutar! En casa, que las bolsas de picos vuelan, han gustado y mucho...eso si...¡se acabaron enseguida! Por cierto, se los he dado a probar a Daniela y también le han gustado...¡prueba superada!



Probablemente los taralli sea el clásico italiano más grande, junto con los grissini, y no pueden faltar para abrir el apetito siendo acompañantes perfectos de vino y otras bebidas durante el aperitivo y, no menos importante, son sustitutos perfectos de la clásica barra de pan durante las comidas. Son típicos de Puglia y admiten muchas variaciones (pequeños o grandes, salados, picantes) aunque los clásicos incluyen el inconfundible toque de las semillas de hinojo.


Este mes, a las participantes, les di la opción de elegir receta entre los clásicos taralli o los taralli di patate así que os dejo las dos recetas por si queréis prepararlas.


La cucina regionale italiana in oltre 5000 ricette (Alessandro Molinari Pradelli)

Y ahora vamos con las aportaciones de las participantes a las que no sólo ha sorprendido la receta sino que también les ha gustado. ¡GRACIAS!

Mercedes, desde Merce´s Cake, se estrena en el reto y nos ha preparado la versión de los taralli di patate que, sin duda, estarán riquísimos ¡bienvenida!


Mar nos ha preparado la versión clásica pero con semillas de hinojo, pipas y lino...¡y en dos formas!


Rosalía, desde Rossgastronómica, se ha sorprendido gratamente por lo crujientes que quedan  pero debió haber hecho muchos más porque le han encantado ¡eso, eso!


Verónica, desde Cocinando para mis cachorritos, también se estrena en el reto y casi tuvo que frenar a la cachorrita ¡para que le quedaran para las fotos!


Cristina, desde Cuinem?, nos trae sus taralli picantitos al pepperoncino que están perfectos para tomar con una cerveza ¡di que si!


Rosa, desde Un toque de canela, dice que han sido un gran descubrimiento y han gustado mucho a todos ¡me alegro!


Josefina, desde Josefina en Italia, también ha querido preparar la versión con patata y le han gustado mucho aunque preparara pocos...¡la próxima vez más!


Y finalmente Kety, desde Croketypot, nos ha preparado los clásicos taralli con un toque andaluz...¡menudo aperitivo!


Nos despedimos hasta mañana que volvemos con la propuesta dulce...