Hoy vamos con una receta de pasta diferente. Muy sabrosa y robusta, la receta la encontré ojeando mi libro "Cucinare con fantasia" y, aún consultando fuentes fidedignas (mi cuñada Anna, que es italiana), he sido incapaz de cambiarle el nombre por algo que sonara medianamente bien...
Así que dejo el nombre original y paso a explicaros la receta que, para mi gusto, es muy fina y una forma diferente de preparar lasaña.
Ingredientes: 200 g butifarra blanca o salchicha; mantequilla; 150 g requesón; 2 huevos; sal; pimienta; nuez moscada; 9 hojas de lasaña; queso parmesano rallado.
Preparación: Cortar la butifarra (aquí en Cataluña la hay muy rica) o, en su defecto, la salchicha de carne en trocitos pequeños (si tiene piel se la quitais). Poner unos 20 g de mantequilla en una sartén a calentar y cuando se ponga líquida sofreir la butifarra hasta que esté doradita, picándola lo más posible. Retirar del fuego y reservar.
En el vaso de la batidora poner los huevos y el requesón (sin líquido), salpimentar al gusto, añadir un pellizco de nuez moscada y batir todo hasta obtener una crema. Poner en una cacerola y reservar.
Cocer las hojas de lasaña en abundante agua hirviendo con sal durante 7 minutos, procurando mover el agua continuamente para evitar que se peguen unas a otras. Colarlas y enfriar con agua durante unos 30 segundos. Sacar las hojas de lasaña cocidas y ponerlas sobre papel absorbente o un paño limpio para eliminar la humedad.
Untar la fuente de horno donde vayamos a hacer la lasaña con mantequilla. Coger cada hoja de lasaña cocida y sumergirla una por una en la crema que hemos preparado antes, untando bien por ambos lados. Escurrir lo que sobra y colocar una base de lasaña en la fuente (en mi caso 3 hojas por capa). Colocar encima la mitad de la butifarra sofrita y espolvorear generosamente con queso rallado. Repetir la operación colocando de nuevo una capa de lasaña y relleno para finalizar con una capa de lasaña.
Espolvorear de queso rallado, poner unas nueces de mantequilla repartidas y gratinar en el horno a 250 ºC durante 10 minutos. Servir inmediatamente.
Mmm, que bien suena! creo que la voy a hacer para comer el domingo :)
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