Tercer domingo de mes y fiel a la cita con el Reto Cocinas del Mundo que este mes cae en manos de nuestras amigas Nieves y Elena de La cajita de nieves y elena y, valiéndose de la licencia poética, nos han llevado de viaje a Latinoamérica...¡nada más y nada menos!
Tengo la suerte de trabajar con gente de muy diferentes países latinos, entre ellos Cuba, México, Argentina o Perú, todos ellos con una gran riqueza gastronómica y de los que es difícil elegir una sola receta. De nuestros hermanos latinoamericanos me he traído las quesadillas o la michelada (México), la empanada criolla (Argentina), el bobó de camarao (Brasil), el mojito (Cuba), los alfajores (Perú), las enchiladas chapinas (Guatemala) o el perrereque (Nicaragua), así que para esta ocasión decidí trasladarme a un país desconocido y del que, contrariamente a lo habitual en mí, he decidido preparar una receta dulce con un nombre muy curioso.
Los golfeados son unos panecillos enrollados en forma de caracol que se han convertido en uno de los dulces mas apreciados por los venezolanos. Se pueden encontrar en cualquier panadería del país, pero los más famosos, suaves, esponjosos y llenos de “melao” se encuentran en las proximidades de Caracas. Están rellenos de panela* rallada y queso, aromatizados con anís en especie, horneados y cubiertos con melao (una especie de sirope hecho con azúcar moreno).
La panela es un dulce típico de la gastronomía de muchos países latinoamericanos preparado a partir del jugo no destilado de la caña de azúcar tras haberse puesto en remojo, hervido, moldeado y puesto a secar y antes de pasar por el proceso de purificación necesario para convertirlo en azúcar moreno. Aquí no lo encuentro así que lo he sustituido directamente por azúcar moreno. Tampoco he preparado el melao porque no soy muy dulcera y tenía en casa un sirope que he usado muy ligeramente por encima.
¿El resultado? Un dulce espectacular, ideal para tomar con el café, y del que en casa han dado muy buena cuenta jejejejeje
Ingredientes: 500 g harina 00; 200 ml leche; 1 sobre levadura seca de panadero; 50 g azúcar; 50 g mantequilla; 2 huevos, 150 g azúcar moreno; 300 g queso quark; semillas de anís; 1 cucharadita sal; mantequilla para untar la masa.
Preparación: Empezamos preparando el prefermento. Calentar la leche en el microondas durante 1 minuto. Añadir la levadura, 50 g de la harina y una cucharada del azúcar, remover bien con una varilla, tapar y dejar en reposo durante 10 minutos.
Una vez que ha aumentado el volumen, precalentar el horno a 50 ºC y poner dentro un recipiente con agua.
En el bol de la amasadora poner el resto de la harina junto con el azúcar restante y la sal y mezclar. Hacer un hueco en el centro y añadir los huevos batidos, la mantequilla derretida (30 segundos en el microondas) y el prefermento y amasar con el gancho hasta obtener una masa que se despega de las paredes. Enharinar la superficie de trabajo y continuar amasando con las manos hasta que la masa quede lisa y uniforme (es una masa muy agradable de manosear). Meter la masa en un bol enharinado, cubrir con un paño, apagar el horno y meter dentro el bol tapado para que leve durante aproximadamente una hora y media.
Una vez levada la masa, amasar un poco en la mesa para eliminar las burbujas de aire. Extender la masa con el rodillo en forma rectangular y pincelar con mantequilla fundida. Extender por encima el azúcar moreno, añadir generosamente las semillas de anís y, por último, extender por encima el queso quark batido con ayuda de una espátula. ¡Cuidado aquí con pasarse con el queso porque al enrollar se saldrá todo!
Enrollar la masa en un rulo a lo largo y cortar en rodajas de 1,5 cm de ancho y colocar sobre la bandeja del horno forrada con papel sulfurizado. Meter en el horno apagado durante 15 minutos para que crezcan.
Hornear los golfeados a 180 ºC durante 15-20 minutos hasta que estén dorados. Sacar, pintar con el sirope y dejar enfriar sobre una rejilla.
Tengo la suerte de trabajar con gente de muy diferentes países latinos, entre ellos Cuba, México, Argentina o Perú, todos ellos con una gran riqueza gastronómica y de los que es difícil elegir una sola receta. De nuestros hermanos latinoamericanos me he traído las quesadillas o la michelada (México), la empanada criolla (Argentina), el bobó de camarao (Brasil), el mojito (Cuba), los alfajores (Perú), las enchiladas chapinas (Guatemala) o el perrereque (Nicaragua), así que para esta ocasión decidí trasladarme a un país desconocido y del que, contrariamente a lo habitual en mí, he decidido preparar una receta dulce con un nombre muy curioso.
Los golfeados son unos panecillos enrollados en forma de caracol que se han convertido en uno de los dulces mas apreciados por los venezolanos. Se pueden encontrar en cualquier panadería del país, pero los más famosos, suaves, esponjosos y llenos de “melao” se encuentran en las proximidades de Caracas. Están rellenos de panela* rallada y queso, aromatizados con anís en especie, horneados y cubiertos con melao (una especie de sirope hecho con azúcar moreno).
La panela es un dulce típico de la gastronomía de muchos países latinoamericanos preparado a partir del jugo no destilado de la caña de azúcar tras haberse puesto en remojo, hervido, moldeado y puesto a secar y antes de pasar por el proceso de purificación necesario para convertirlo en azúcar moreno. Aquí no lo encuentro así que lo he sustituido directamente por azúcar moreno. Tampoco he preparado el melao porque no soy muy dulcera y tenía en casa un sirope que he usado muy ligeramente por encima.
¿El resultado? Un dulce espectacular, ideal para tomar con el café, y del que en casa han dado muy buena cuenta jejejejeje
Preparación: Empezamos preparando el prefermento. Calentar la leche en el microondas durante 1 minuto. Añadir la levadura, 50 g de la harina y una cucharada del azúcar, remover bien con una varilla, tapar y dejar en reposo durante 10 minutos.
Una vez que ha aumentado el volumen, precalentar el horno a 50 ºC y poner dentro un recipiente con agua.
En el bol de la amasadora poner el resto de la harina junto con el azúcar restante y la sal y mezclar. Hacer un hueco en el centro y añadir los huevos batidos, la mantequilla derretida (30 segundos en el microondas) y el prefermento y amasar con el gancho hasta obtener una masa que se despega de las paredes. Enharinar la superficie de trabajo y continuar amasando con las manos hasta que la masa quede lisa y uniforme (es una masa muy agradable de manosear). Meter la masa en un bol enharinado, cubrir con un paño, apagar el horno y meter dentro el bol tapado para que leve durante aproximadamente una hora y media.
Una vez levada la masa, amasar un poco en la mesa para eliminar las burbujas de aire. Extender la masa con el rodillo en forma rectangular y pincelar con mantequilla fundida. Extender por encima el azúcar moreno, añadir generosamente las semillas de anís y, por último, extender por encima el queso quark batido con ayuda de una espátula. ¡Cuidado aquí con pasarse con el queso porque al enrollar se saldrá todo!
Hornear los golfeados a 180 ºC durante 15-20 minutos hasta que estén dorados. Sacar, pintar con el sirope y dejar enfriar sobre una rejilla.
Pues con esta receta que ha sido un descubrimiento participo en Cocinas del Mundo - Latinoamérica y seguro que me llevo alguna más de mis compis. ¡Hasta el mes que viene!
Yo tampoco soy muy golosa, pero este es el tipo de dulce que me gusta, pequeño bocado. La panela se ha puesto de moda por aquí, pero aún recuerdo que una conocida colombiana me trajo una vez un paquete y yo pensé que era un dulce para comer tal cual. Imaginate donde fue la panela cuando corté un trozo e itenté comermelo tal cual, ja ja.
ResponderEliminarGracias por estar por estas cocinas del mundo mes tras mes.
Bss
Elena
jajajajajajajajajajaja ¡Gracias por la carcajada!
EliminarO_O
EliminarGracias Elena! Un beso
EliminarNo soy muy fan del anís pero viendo la pintaza que tiene esta receta me lanzaría sin dudarlo. Un besazo enorme de Dulces Helens
ResponderEliminarOooooooooooooooooh pues yo soy superfan! jajajaja
EliminarTu ya sabes que sois la más golosa entre las golosas pero esta vez he sido muy buena jejeje aunque viendo esta delícia que nos traes ayyyyy se me ha hecho la boca agua Ahora mismo me comía un par o tres de estas delicias
ResponderEliminarMil besitos Maggie
Rosa
Especiales para ti guapa!
Eliminarummmmm me comería tres o cuatro ahora mismo..tienen una pinta de 10, que ricura!!
ResponderEliminarbesitos
Mujer, yo diria que uno ya es una bomba jajajajaja
EliminarQué pintaza de postre, amiga. A mí tampoco me termina de matar el dulce, pero me comería algún que otro dulce de éstos. Además te na quedado preciosos.
ResponderEliminarGracias!
EliminarPero qué ricos te han quedado!!! Esa versión más ligera tienen que estar deliciosa. Me la apunto pero no te creas que para ese día que tú y yo sabemos porque no. Para ese día ya tengo otra, jajaja!! Besitos
ResponderEliminarJajajajajaja miedo me das!
EliminarMaggie los golfeados son unos de mis rollitos rellenos preferidos, cuando los descubrí fue amor total, los hice muchas veces el año pasado y ahora tu me los recuerdas, que ricos!!! Con queso y las semillas de anís le dan un toque muy rico. Y la panela es verdad hace parte de la cultura de muchos países, te han quedado estupendos adaptados al gusto de la casa así que me llevo un par y te dejo un beso.
ResponderEliminarFeliz semana!!! A propósito he disfrutado de lo lindo por tu cocina ;)
Mira que bien Natalia! Pero no puedo compararalos con los tuyos! Un besazo
EliminarVeo que el concepto es similar a mi receta venezolana, pero eso no me quita el gran antojo que me ha entrado por probarlas jeje
ResponderEliminarSiiiiiiii ya he visto!
EliminarYo soy más de salado (cualquier lo diría al ver mi blog) y los dulces muy dulces no van conmigo así que estos golfeados, que hasta hoy desconocía, serían ideales para mí ¡Besos mil!
ResponderEliminarPues en su favor dire que muy dulces no estan!
EliminarMe encantan los dulces tamaño individual y estos golfeados seguro que me gustarían, se ven deliciosos.
ResponderEliminarBss
Gracias!
Eliminarestos golfos tienen una pinta de morirse, que ricos así solos uno detras de otro jejejje me recuerdan a los bollos de canela pero con quesito, que eso siempre le vienen bien, buen viaje guapa, besos
ResponderEliminarUn poco golfos si que son jajajaja
EliminarComo sabrás yo soy muy golosa y estos golfeados me parecen muy ricos para acompañar el café de la merienda. besinos
ResponderEliminarGracias!
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