- ¡Hey cari! ¡Mira el cuadro que nos toca este mes para el reto CocinArte en el que he empezado a participar! ¿Lo conoces? (sonrisilla de medio lado...)
- ¡Pues claro! ¡Vermeer! ¡Het melkmeisje!
- Guay ¿eh?
- ¡Vermeer es siempre fantástico!
- Pues tengo que hacer una receta inspirada en el cuadro y estaba pensando hacer algún dulce con pan y....
- ¡Pannenkoeken!
- ¿Cómo? ¿Pannenkoeken? ¿Y eso? O_o
- Es lo que me viene a la cabeza siempre que veo el cuadro
- ¿En serio? No se me había ocurrido...no se...
- ¡Pannenkoeken! ¡mmmmmmmmm!
- Eeeeeeee...pannenkoeken...¡pues vale! ¡me parece bien! ¿Puedo cogerte la idea?
- ¡Si, claro! ¡Lekker!
Y así es como suceden las cosas...Este mes juego en casa porque el cuadro que nos ha propuesto María para inspirarnos este mes ha sido "La lechera" (óleo sobre lienzo, 44.5 x 41 cm, Rijksmuseum, Amsterdam) pintado por
Johannes Vermeer, pintor del Barroco holandés y nacido en Delft, una ciudad que para mi Danny y para mi tiene un significado muy especial porque es donde empezó nuestra historia...
Se trata de una escena costumbrista, aunque en realidad la obra tiene una significación mucho más profunda de lo que pudiera parecer. Durante el Barroco holandés era común utilizar la figura femenina para realizar una crítica velada de los vicios de la sociedad de la época y, sin embargo, en esta ocasión Vermeer utiliza a la lechera como un derroche de virtudes y ejemplo a seguir, revalorizando la profesión del sirviente que tan duras críticas había recibido durante esta época.
A mi, personalmente, me inspira tranquilidad (la misma que me da cocinar) y limpieza (la que intento mantener mientras cocino) y cada vez veo más claro lo que mi Danny me decía...¡es seguro que estaba preparándose para hacer pannenkoeken! Tengo, además, la suerte de haberlo visto en persona en una de las muchas visitas que he hecho al
Rijksmuseum, un museo absolutamente precioso que no debéis dejar de visitar si venís a Amsterdam.
Fachada principal del Rijksmuseum
Fachada posterior del Rijksmuseum (festival de los tulipanes)
¡Pues vamos con la receta básica para hacer
pannenkoeken! Un
pannenkoek (pronunciado "panencuk") es un tipo de panqueque con orígen en los Países Bajos. Suelen ser más grandes y mucho más delgados que los
pancakes estadounidenses o escoceses pero no tan delgados como los
crêpes. Normalmente se consumen con melaza o azúcar glas por encima y, a veces, se enrollan para comerlos a mano o con cubiertos, aunque hoy día se ofrecen una amplia gama de coberturas e ingredientes, tradicionales y modernos. Es una opción muy popular para la comida de cumpleaños de un niño en los Países Bajos y Bélgica.
La receta que os traigo es la básica. A partir de ahí podéis ponerle encima lo que queráis, en mi caso, os traigo una versión dulce y una salada. ¡Espero que os gusten!
Ingredientes para la masa: 250 ml leche; 1 huevo; 125 g harina; pizca sal; mantequilla.
Ingredientes para pannenkoek dulce: 1 plátano grande; sirope de chocolate; azúcar glas.
Ingredientes para pannenkoek salado: 8 lonchas de beicon; queso rallado.
Preparación: En el vaso de la batidora o en un bol profundo batir el huevo con la leche. Ir añadiendo la harina a cucharadas junto con una pizca de sal mientras batimos con las varillas hasta obtener una masa bastante líquida que dejamos reposar en la nevera durante 1 hora. Con esta masa os saldrán 4
pannenkoeken.
En una sartén grande poner un dado de mantequilla a calentar. Mientras se funde mover la sartén en círculo para impregnar toda la base con la mantequilla. Yo quito el exceso con un papel absorbente. Añadir un cucharón de masa y repartir por toda la base formando el
pannenkoek. Dejar cocinar hasta que se dore por un lado (podemos levantar una esquina para ver cómo está). Con ayuda de una espátula dar la vuelta al
pannenkoek y dorar del otro lado.
Colocar los
pannenkoeken en un plato que, a su vez, habremos colocado sobre un cazo con agua (calentando al fuego) y taparlos con un segundo plato. Así los mantenemos calientes. Con estos hacemos los dos dulces poniendo por encima el plátano cortado en rodajas, cubrir con el sirope de chocolate y espolvorear con azúcar glas.
Para los dos salados, mientras se va haciendo por un lado, espolvorear el
pannenkoek por el otro lado con el queso rallado y colocar las lonchas de beicon por encima. Dar la vuelta con la ayuda de la espátula y cocinar por el otro lado. Servir caliente con la parte del relleno hacia arriba.
Pues con esta receta participo en el reto CocinArte y os dejo
aquí el recopilatorio completo.