Todos sabéis que soy una amante de la cocina italiana desde que tuve la oportunidad de vivir dos años en ese maravilloso país...No en vano aprendemos cada mes nuevas recetas en mi Reto Cocina Regional Italiana así que, desde hacía tiempo y empujada un poco por los retos, andaba dándole vueltas a comprarme la dichosa maquinita para hacer pasta en casa.
Allá por septiembre de 2015 pedí en Amazon la famosa Marcato, una máquina de hacer pasta que no es nada cara y que da unas prestaciones estupendas. Viene con un accesorio para hacer tres tipos de pasta: lasagna, fettuccine (6 mm) y tagliolini (1.5 mm) pero se le pueden acoplar muchos más que se venden de forma individual.
¡Pues bien! La maquinita en cuestión estuvo parada durante más de medio año, a la espera de poder convencer a mi compañera de trabajo y amiga Irina, gran experta en el tema de la pasta, a que viniera a casa a hacer un "taller de pasta fresca" siempre y cuando nos comiéramos después el resultado del mismo.
Irina es de origen cubano, la persona más positiva que yo haya conocido jamás y muy bruja (en el sentido de adivina), pero ha vivido en Italia durante muchísimos años en los cuales aprendió, de primera mano, a cocinar como lo haría una auténtica mamma italiana. Así que un buen día del verano pasado conseguimos, por fin, organizar el famoso taller y aprendimos a hacer pasta fresca. ¡Yupiiiiiiii!
El secreto no es otro que amasar con fuerza y doblando sobre si misma...en eso mi Danny es el campeón y, como siempre le gusta ganar, quedó claro desde el principio que "su masa era la mejor" jajajajaja. Os cuento cómo fueron las cosas...
Ingredientes: 100 g harina 00; 1 huevo L (a partir de aquí escalar según el número de comensales).
Preparación: Poner la harina en la mesa y hacer un hueco en medio. Poner el huevo en el centro y, con la ayuda de un tenedor, remover el huevo con la harina en movimientos circulares procurando con la mano que la clara no se escape.
Amasar con las manos integrando bien los ingredientes, plegando la masa sobre si misma y empujando con el dorso de la mano.
Cuando la masa está lisa, darle forma de bola, envolver en papel film y dejar reposar a temperatura ambiente por lo menos 30 minutos.
¡Ahora viene la parte divertida! Una vez que la masa ha reposado aplastar con la mano en forma de disco, plegar sobre si misma y comenzar a pasar por el rodillo de la máquina, primero al 0 (dos veces) y luego secuencialmente al 1, 2, 3 y 4 hasta obtener una lámina larga y fina.
Finalmente, colocar el accesorio para hacer los fetuccine, introducir la lámina y cortar la pasta que se coloca en la bandeja y espolvoreada de harina.
¡Parece difícil pero es un trabajo en equipo muy divertido! Ya no nos queda más que cocer la pasta en abundante agua con un buen puñado de sal durante 5 minutos y condimentar con nuestra salsa boloñesa casera.
¿El resultado final? Una auténtica delicia y una reunión de lo más sabrosa...¡ya nunca más dejarás de querer hacerla!
Con esta misma receta puedes hacer las láminas de lasagna, pasta rellena como tortelli o ravioli...¡lo que más te guste! ¡Gracias Irina por compartir tu sabiduría!